La ortografía es una de las enseñanzas más difíciles. Adquirir la ortografía supone un adiestramiento especial y delicado de la mente en el que intervienen la memoria visual y motriz, la atención y la inteligencia. El fin general es enseñar a escribir correctamente. Esta finalidad incluye objetivos inmediatos:
1.- Facilitar al niño el aprendizaje de la escritura correcta de las palabras. 2.- Proporcionar métodos y técnicas para el estudio de nuevas palabras. 3.- Habituarlo al uso del diccionario. 4.- Desarrollar en él una conciencia ortográfica (deseo de escribir bien y hábito de autocorrección) 5.- Ampliar y enriquecer su vocabulario ortográfico.
1.- Aportación sensorial: para que el aprendizaje de la ortografía pueda realizarse en condiciones normales, son indispensables la integridad de la audición y la visión. Ante un fracaso en ortografía se impone tanto un examen de la agudeza auditiva como visual.
2.- Influencia del medio ambiente: el aprendizaje de la ortografía recibe la influencia de la familia, en tanto que ésta pertenece a un determinado medio cultural. El niño cuya familia habla mucho y bien parece beneficiarse de la influencia cultural de su medio.
3.- Influencia del sexo: todos los autores reconocen la superioridad de las niñas sobre los niños en materia ortográfica.
4.- Estructura de la mentalidad infantil: uno de los obstáculos para la adquisición de la ortografía de reglas, reside en la estructura de la mentalidad infantil. Ciertas nociones gramaticales no se asimilan antes de los nueve o diez años. Hasta esa edad no se puede esperar otra cosa que una especia de adiestramiento o una adquisición lenta por la práctica. Después se puede pasar de lo intuitivo a lo racional.
Las prácticas pedagógicas que privilegian los procesos perceptivos visuales, la transmisión de reglas, la copia repetitiva, los ejercicios de completamiento en listas de palabras, los ejercicios mnemotécnicos y la práctica de corrección diferida responden a la concepción fonográfica. Estas prácticas, fundadas en una enseñanza de la ortografía descontextualizada, mecánica y automatizable, en la que el niño se limita a cumplir con las exigencias del docente sin inferir ni deducir nada, no actúan sobre el proceso cognitivo del aprendiz. La ausencia de un espacio de reflexión sobre el error convierte a la ortografía más en objeto de evaluación que de enseñanza.
Entonces ¿Cómo enseñar ortografía? Convirtiendo la clase de lengua en un “aula-taller”, en donde el niño produzca textos, formule hipótesis, investigue, dude, reflexione. Sólo a partir del contacto con la lengua, de la observación de regularidades y de la manipulación de formas escritas podrá ajustarse progresivamente a la ortografía convencional.
Se propone al docente que:
· Facilite situaciones reales de escritura, como la realización de murales, encuestas, diarios escolares, antologías, etc.. los que, al no tener como única función ser corregidos por el maestro, los conducirán de modo natural a la necesidad de responder a las convenciones ortográficas,
· Cree situaciones en las que el niño dude sobre que notación adoptar. Preguntas al estilo de: ¿Con qué letra se escribe?, ¿con qué letra la escribiría alguien que no sabe?, ¿por qué se equivocaría?, permiten que los alumnos tomen conciencia de que en algunos casos la utilización de un grafema puede justificarse y que en otros la forma autorizada debe ser memorizada;
· Proporcione diccionarios, fichas de consulta, murales, logogramas que le ayuden a resolver sus dudas de modo autónomo,
· Cree situaciones de aprendizaje sistemático, de los aspectos regulares del sistema gráfico. El juego, el ejercicio de la ortografía o el corpus de palabras, frases o textos deberá ser seleccionado en función de que permita una actividad de descubrimiento (comparación de textos en los que la representación ortográfica modifique la estructura sintáctica, semántica y pragmática,; ejercicios que ayuden a fijar la utilización correcta de las letras, producción y clasificación de palabras inventadas, etc.) y formulado como problema que los alumnos – no el docente-, preferentemente en grupo, deberán resolver. Una puesta en común de las soluciones permitirá su inscripción en un aprendizaje sistemático, ya que después de un estadio de observación manipulativa, esos ejercicios llevan a la explicitación de hipótesis y a la formulación de regularidades.
· El trabajo en grupo como espacio de discusión y la sistematización de los problemas ortográficos promueve la justificación ortográfica y la reflexión metalingüística. Esta deberá reaparecer de forma sistemática durante las instancias de revisión del texto, porque constituye un factor imprescindible para desarrollar la competencia escritora;
· Facilite la automatización de sus adquisiciones de tal forma que el niño pueda liberar su atención de los niveles más bajos de la escritura de un texto para atender los aspectos relacionados con la producción de significado.
· Puntuación: el punto, la coma. Auxiliares: interrogación, exclamación, raya de diálogo, guión.
· Tildación de palabras agudas, graves y esdrújulas, en casos regulares.
· Ortografía de palabras de uso común.
· Escritura y convenciones: uso de mayúscula, minúscula, imprenta y cursiva según contextos. Oración y párrafo. Diagramación y sangría.
· Ortografía: punto seguido y aparte, coma, punto y coma, dos puntos, puntos suspensivos.
Auxiliares: interrogación y exclamación, guión de diálogo, comillas, paréntesis.
· Tildación en casos especiales: compuestos, ausencia de diptongación, etc. · Reglas básicas de ortografía.
1.- Diagnóstico inicial 2.- Formulación de objetivos acorde con el diagnóstico. 3.- Propuestas de trabajo
de enseñanza aprendizaje (vocabulario de uso y vocabulario de reglas)
de fijación (dicatos y juegos)
4.- Diagnóstico de mitad de año --> Ajuste de la tarea
5.- Nuevas propuestas acordes con nuevo diagnóstico.
6.- Diagnóstico final.
En el estudio de las dificultades ortográficas se pueden distinguir dos grupos. Las dificultades que se vencen con el conocimiento de las reglas y aquellas que se resuelven según el uso de cada palabra particular. Por lo tanto, el vocabulario con dificultades ortográficas puede dividirse en:
· Vocabulario de reglas · Vocabulario de uso
Las reglas ortográficas deben ser inducidas por los niños, pero su aprendizaje será dirigido por el maestro: - presentación de listas de palabras de idéntica ortografía. - observación por parte de los niños para establecer que tienen de común. - abstracción de lo semejante - generalización (regla)
El vocabulario usual está constituido por un conjunto de palabras que son de uso corriente y normal por parte de todos, independientemente de su especialización profesional. Por lo tanto, el trabajo de la enseñanza ortográfica se ha de centrar fundamentalmente en el vocabulario común. Entre los recursos a emplear para la adquisición del vocabulario de uso, pueden considerarse:
todo lo que contribuya a que el niño pronuncie bien las palabras es un elemento a favor de su ortografía. Enseñar a pronunciar bien es condición necesaria para escribir correctamente.
Conviene que la enseñanza de la ortografía de uso comience por series pequeñas de palabras. Si la enseñanza es sistemática, a los once años el niño poseerá un bagaje importante de palabras conocidas.
A los más pequeños (de 7 a 9 años) hacerles escribir con letras grandes las palabras difíciles, en fichas. Estas palabras se clasifican alfabéticamente en cajas que estén al alcance del niño. Cada vez que se vacile en la escritura, debe buscarse en la caja y copiar.
Con los mayores, preparar un cuaderno o carpeta con fichas especiales, en la cual las palabras nuevas se clasifican en diferentes columnas según las dificultades (prefijos, sufijos, etc.).
Al comenzar el año, se tomarán ejercicios para determinar el nivel ortográfico. A partir de 2º grado, lo más conveniente es dictar un párrafo que contenga las dificultades ortográficas que queremos medir.
Nº de orden Apellido y Nombre.......................... Errores Total Observaciones 1.- De reglas De uso De acentuación 2.- 3,.
La suma de errores en sentido vertical permitirá determinar un orden en la enseñanza ya sea que se encare primero o que se le asigne mayor tiempo a las faltas más frecuentes.
En sentido horizontal sirve para el diagnóstico individual y podemos agrupar alumnos con idénticas dificultades. Estos resultados condicionan la planificación anual. Se realiza el control cada dos meses. Planilla de grado. Planilla de la escuela.
La corrección de los errores no debe ser exclusivamente mecánica: pronunciación, repetición oral y escrita sino también reflexiva (explicación del significado, asociación de palabras, cambio de sentido). El problema ortográfico debe ser comentado y discutido en clase, hay que crear una sensibilidad a los errores para que no se cometan por descuido o indiferencia. Las razones que determinan que los alumnos de capacidad ortográfica media o superior no rindan son: - excesivo apresuramiento cuando escriben - negligencia en el trazado de las letras - falta de concentración en la ortografía - confusión de homónimos. En el caso de alumnos e aprendizaje lento, que quizá nunca lleguen a adquirir un cabal dominio de la ortografía, debe organizarse una labor intensiva del empleo del diccionario.
El dictado no sirve para enseñar ortografía sino para fijar lo ya aprendido. El dictado en sí no puede ser un procedimiento de adquisición porque sólo da el sonido de las letras, lo cual provoca el porcentaje más alto de errores por confusión fonética. Es un complemento de la enseñanza ocasional o sistemática.
¿Cómo encararlo?
Son palabras que tienen escritura semejante pero diferente significado. Ejemplo: cesta-sexta Hecho-echo Echo cacao en la leche. He hecho batido de chocolate.
Palabras que se escriben igual pero tienen significados diferentes. Ejemplos río (corriente de agua) Río (del verbo reír) hábito/habitó último/ultimó ejército/ejercitó
Ayuda a enriquecer el vocabulario y fijar la ortografía. Se les puede pedir a los alumnos que escriban palabras formadas a partir de un listado de palabras como: Bandera, árbol, cabeza, vecino, boca, broma, caza, etc. La enseñanza de las normas ortográficas no deber quedar en los casos que el enunciado comprende. Es conveniente confirmar su vigencia para el conjunto de las palabras de escritura relacionada con ellas, que conforman una familia. En general, una familia de palabras está integrada por el vocablo original más sus derivados y compuestos. Por ejemplo en la norma: los infinitivos terminados en Bir llevan B. Hay excepciones. Al aprender esta norma no sólo se sabe escribir los infinitivos. El enunciado comprende a las familias de ellos (derivados y compuestos), En consecuencia, si el alumno sabe que la escritura correcta es recibir, también tiene que saber que llevan B todas las formas conjugadas del verbo, lo mismo que otros vocablos de la familia, como recibo, recibimiento, recibidor.